Labubu Mania: Un particular muñeco que es tendencia en el mundo

Labubu Mania: Un particular muñeco que es tendencia en el mundo

Labubu pasa de ser un personaje de libro ilustrado a un muñeco convertido en todo un fenómeno cultural global.  Los peluches mezcla elfo y monstruo con una particular sonrisa y dientes afilados, estas tiernas y peludas criaturas están arrasando y generando millones de ventas en todo el mundo.

Los Labubu nacieron en 2015 gracias al artista hongkonés Kasing Lung, quien los diseñó para libros infantiles como parte de la familia de criaturas The Monsters. Para crearlos, Lung se inspiró en su infancia en los Países Bajos y en el folclore nórdico de las historias con las que creció. A esto se deben los colores vibrantes, expresiones faciales traviesas y adorables y unos dientes afilados. Todas características que resaltan aún más en el pequeño tamaño del muñeco. 

Su despegue no llegó hasta 2019, cuando Lung firmó un acuerdo con Pop Mart, la empresa china que transformó a Labubu en uno de los muñecos de colección más codiciados del momento. Tanta fue (y es) su popularidad que convirtieron al fundador y CEO de Pop Mart, Wang Ning, de 38 años, en multimillonario.

Según Forbes, Wang Ning ya es el décimo hombre más rico de China y el multimillonario más joven del país, con una fortuna estimada en 22.700 millones de dólares. Otros miembros jóvenes millonarios son el fundador de ByteDance, Zhang Yiming, el presidente de Nongfu Spring, Zhong Shanshan, y el cofundador de Tencent, Ma Huateng.

De acuerdo a los resultados oficiales de Pop Mart, en 2024 facturaron alrededor de 1.800 millones de dólares, con un crecimiento mayor al 106,9% frente al año anterior. Para que se den una idea de lo que genera este muñeco en particular, la serie The Monsters, donde aparecía Labubu, generó una cuarta parte: 419 millones de dólares, con un crecimiento que supera el 726,6%. 

Hablamos de un éxito enorme para Pop Mart, compañía que triplicó sus acciones en la bolsa de Hong Kong este año, superando los 270 dólares. Así que sí, puede que veas a los Labubu hasta en la sopa. Estos muñecos, atractivos tanto para niños como adultos, pueden estar colgando en bolsos de lujo, mochilas, ser llaveros y hasta ser parte de una colección de alto valor. 

Es difícil pensar que un muñeco puede convertirse en un negocio mega millonario de ventas en China y todo el mundo de la noche a la mañana. Pero la locura por los Labubu justamente empezó en 2024 cuando Lisa, cantante tailandesa de la banda k-pop BLACKPINK, compartió en su Instagram una foto de su Labubu colgando de un bolso. La imagen se volvió viral, desatando una fiebre de compradores en todo Asia que rápidamente se extendió a Occidente.

Tal fue su viralización que otras celebridades, como Rihanna, Dua Lipa, Emma Roberts y hasta David Beckham, se sumaron a la tendencia y agregaron al muñeco como un accesorio de moda más. 

Este éxito, popularidad y locura por los Labubu viene de la mano del sistema con el que se venden: las famosas blind boxes o cajas sorpresa, donde el comprador no sabe qué personaje le tocará hasta abrirla. Esta estrategia de Pop Mart no solo generó una cultura de coleccionismo obsesivo, sino que también convierte cada compra en una experiencia sorpresa perfecta para viralizar en TikTok, Instagram o cualquier red social.

Es por todo esto que la venta de los Labubu está arrasando en tiendas, locales y en cualquier lugar donde estén disponibles…incluyendo el mercado negro o plataformas de reventa. Para que se den una idea, algunos modelos poco comunes superan los 400 dólares y, según Reuters, una versión secreta de Labubu puede llegar a venderse en el mercado secundario por hasta 7.000 dólares en sitios digitales como eBay.

Claro está que Pop Mart aprovechó la fiebre por sus muñecos y creó ediciones limitadas y colaboraciones exclusivas que son furor y se agotan enseguida. De hecho, en China, es muy difícil conseguir uno de estos ejemplares y las autoridades, en las últimas semanas, ya confiscaron 462 Labubu ingresados de contrabando para la reventa. Una figura de 131 cm (tamaño humano) se vendió por alrededor de 150.000 dólares en una subasta en Pekín, batiendo récords como uno de los juguetes coleccionables más caros del mundo.

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